El proceso de consulta a los Pueblos Originarios es poner en práctica el diálogo intercultural y tiene como objetivo resolver conflictos en el marco de los Estados plurinacionales respetando la diversidad cultural y el derecho de los Pueblos Originarios de decir con autonomía sobre todo aquello que los afecta.
Un ejemplo en la Sierra de Chihuahua, México:
FUENTE: http://www.cronicadechihuahua.com/Pues-Repechike-no-quiso-y,33895.html
Pues Repechike no quiso, y TransCanada debe rediseñar su gasoducto
**La comunidad indígena de Repechike, en la Sierra de Chihuahua, se negó a que el gasoducto El Encino- Topolobambo pasara por su territorio, y es definitivo.
25 de febrero, 10:13 am
Chihuahua.- Pues Repechike no quiso, y TransCanada debe rediseñar su gasoducto. Esta comunidad indígena de la Sierra de Chihuahua, se negó a que el gasoducto El Encino- Topolobambo pasara por su territorio, y es definitivo.
Ahora, TransCanada deberá resolver su problema, una vez que se concluyó con el proceso de consulta al que obligan leyes internacionales, y al que se llegó porque varias comunidades interpusieron un amparo colectivo ante el empuje arbirtrario de l empresa, que había decidido pasar por donde le pluguiera.
Fueron sólo dos las comunidades que presentaron una negativa a la construcción del gasoducto por sus territorios, especificó el funcionario estatal. Estas fueron Santa Matilde, con una representación de mestizos, y Repechike.
La empresa realizó desde un inicio negociaciones con particulares, es decir, los dueños de tierras y ejidatarios mestizos que accedieron a dejar la construcción pasar por su propiedad, pero en las comunidades indígenas hay leyes internacionales que dictan realizar una consulta previa, detalló Miguel González, titular de la Coordinación Estatal de la Tarahumara.
El pasado 21 de febrero la mayoría de los gobernadores indígenas firmaron el acuerdo para permitir la construcción del gasoducto, por lo cual se dio por terminado el proceso de la consulta que dicta la ley.
A excepción de las comunidades mencionadas, todos estuvieron de acuerdo con los términos a los que se comprometió la empresa, que incluyen reforestación de los árboles que se talaron, recuperación de plantas nativas, arreglo de caminos, puentes colgantes y adiestramiento en artes, entre otras.
La comunidad de Santa Matilde exigía 7 millones de pesos anuales por los 30 años que durará el gasoducto como pago por las afectaciones de su construcción, petición que se calificó como inviable.
Mientras tanto, la comunidad de Repechike hizo una exigencia de 12 mil hectáreas de territorio como reintegración por la construcción del gasoducto en esa comunidad, por lo tanto no permitirán la construcción del mismo.
Tras esta decisión, la empresa TransCanada deberá hacer un rediseño de la obra para rodear la comunidad de Repechike, o bien llegar a un acuerdo con ellos para poder continuar con el proyecto original, aunque desde el inicio de la consulta la posición de ellos fue no permitir la construcción, aseveró el titular de CET.
A pesar de los beneficios sociales, la posición de esa comunidad en particular fue la negativa a la construcción del gasoducto y por parte de Gobierno del Estado se concluyó lo que establece la Ley, por lo cual tocará a la empresa decidir el siguiente paso.
A las otras comunidades se llevarán diferentes acciones como garantizar el alimento para 2 mil niños y el pago de instructores para capacitación de música, danza, teatro, manualidades, valores, protección de sus vestimentas tradicionales y el cuidado de la lengua materna.
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