Talero es el máximo referente de los Tobas en el lugar y asegura que hace 20 años algunos de ellos abandonaron esos lotes en disputa porque la monja prometió levantar allí una escuela y un centro de salud. Eso no ocurrió, y ahora el conflicto derivó en una represión policial.
"En los años noventa, en ese terreno vivían muchos de
nuestros hermanos Qom que se retiraron cuando la hermana Jordán les aseguró que
iban a construir una escuela y un centro de salud. Pero nada de eso ocurrió,
ellos se sintieron defraudados por la monja, y se fueron de su lado". El
relato de este primer desalojo del predio de Cabal al 1400 bis corre por cuenta
de Oscar Talero, referente máximo de la comunidad Qadhuoqte (que significa base
o cimiento en toba) y ocurrió hace más de dos décadas. Y fue sólo el primer
capítulo de encontronazos con la obra de la monja María Jordán, a quien también
le reprochan haber tratado de engañar al barrio con una ley de expropiación
presentada con el sólo objeto de quedarse con los lugares que ocupaba, y
dejando de lado el resto de las veinte manzanas que conforman esta barriada
humilde del noroeste rosarino.
El referente QOM, tuvo además un protagonismo clave en la
resolución de la toma del predio el último sábado: Fue el gestor de la mesa de
diálogo para que los ocupantes se retiren voluntariamente y el único que tuvo
el respeto de sus propios vecinos para sentar a todas las partes a escucharse.
"Todo esto se podría haber evitado con el diálogo" asegura con una
lógica demoledoramente clara, al tiempo que deja flotando la duda sobre las
promesas incumplidas con algunos de los grupos que tomaron los lotes.
"Los paraguayos son buena gente, trabajadores, no son
narcos como los acusa la monja. Trabajaron conmigo en la construcción hace
tiempo. Tiene casa de material y una camioneta, porque trabajan
muchísismo" aclara por si hiciera falta sobre una de las familias
detenidas.
La charla transcurre en el centro cultural de la comunidad,
ubicado en la puerta de entrada del enclave que fuera ocupado, y que sirve de
ingreso a una manzana despoblada que sirve de espacio de encuentro qom.
En el dialogo con este cronista, Talero -de arranque- aclara
que la hermana Jordán "no es la monjita de los tobas", como se la
conoce en amplios sectores de la sociedad rosarina.
"Muchos hermanos son evangélicos, pero no católicos.
Aquí tenemos dos iglesias evangélicas". De paso aclara que en su caso personal,
no abraza ninguna religión, sino que al igual que sus ancestros cree en
"la naturaleza, en lo bueno y lo malo". "Soy un reinvidicativo
de nuestra cultura, porque a partir del evangelismo vamos a perder nuestra
cultura. En la religión somos el malvado, el demonio, pero nuestra cultura no
es demoníaca, como postulan quienes quieren evangelizar al Toba para salvarlo
de todas las maldades",
A Talero lo decidió comprometerse una nota periodística: la del diario El Eslabón de abril de 2003, cuando leyó que la hermana Jordán se refería a sus propios hermanos como "mis tobitas a quienes les tengo que enseñar, porque no saben lavar, no saben hacer nada". Entonces "trabajaba como carpintero de obra, y no tenía militancia. Y ese día me dije que no podía estar tan al margen de lo que le pasaba a mi comunidad".
Talero comenzó allá por el
La situación actual es palmaria: solo tres o cuatro miembros
de la comunidad Toba trabajan con la hermana Jordán.
El dirigente qom, marca también claramente su posición
frente a la usurpación de terrenos."Cuando se hizo la toma, no estuvimos
presentes, y nunca quisimos meternos porque sabíamos que se buscaba un
culpable. Y con ese objetivo se dijeron cosas erróneas: acá Barrios de Pie no
existe en este barrio, y dijeron que eran ellos los que habían tomado el
terreno".
Para Talero "no se buscó la forma adecuada para evitar
este problema. Se podría haber evitado con el diálogo, que no existió, y al no
haber diálogo hubo más violencia. El día viernes no se podía hablar con nadie,
ni con los funcionarios, ni con la policía y mucho menos con la hermana que
hizo la denuncia, y que bien podría haber buscado otra forma, como personas
civilizadas que dicen ser. Hubo mucha violencia, y nadie quería hacer cosas
buenas así que decidimos proteger a nuestra gente, y les pedimos que se
quedaran juntos. Hoy todos no echan la culpa, porque los Tobas son siempre
bárbaros y salvajes, como indígenas siempre somos esos negros de mierda en el
discurso de la sociedad".
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/rosario/9-38941-2013-05-19.html
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