sábado, 12 de octubre de 2013

"Es necesario profundizar una relación política con los Pueblos Originarios" RÑ.

Viernes 11 de Octubre de 2013 14:18

Entrevista a Roberto Ñancucheo, referente del Encuentro Territorial de Organizaciones de Pueblos Originarios.
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Por Nahuel Placanica
Agencia Paco Urondo: ¿Qué opinión tiene sobre el cambio de nombre para llamar al 12 de octubre?
Roberto Ñancucheo: Es significativo porque entendemos que este acto simbólico genera un proceso descolonizador, que se da a nivel regional. Responde a una demanda histórica de los Pueblos. El concepto de diversidad muchas veces es utilizado por aquellos que se sienten discriminados, como son los colectivos de género por ejemplo. Nosotros entendemos que cuando se hace referencia a diversidad cultural, tiene que ver con comenzar este proceso de reconocimiento y restitución de derechos, de visibilizar a los pueblos originarios.
Esto tiene una correlación con lo que se ha hecho con la estatua de Colón. Es un hecho importante, más allá de cómo se lo viva desde algunos sectores políticos.
APU: ¿Cómo fue la relación, en estos diez años de gobierno, entre el Estado y los Pueblos Originarios?
Roberto Ñancucheo: En principio, hay que decir que es una relación nueva, distinta. Desde el Encuentro, conformado por organizaciones de pueblos indígenas del país, entendemos que esta relación ha buscado nivelar la situación social. La pobreza es algo que nos golpea a todos, a los criollos y los indígenas. Ha habido una inclusión social de todos los actores del país.
El Encuentro es una organización nacional, con presencia en 20 provincias. No intenta ser una referencia política para la discusión a nivel de superestructura de la discusión, sino con lograr que las definiciones que tome el gobierno se puedan hacer carne en el territorio. Que existe una correlación entre lo macro y el territorio.
Creemos que ahora es necesario profundizar una relación política con los pueblos originarios. El 20 de mayo de 2010, la presidenta recibió a los pueblos originarios, se sentó en pie de igualdad. Nunca había ocurrido. Hechos como este son fundamentales para pensar un país distinto. No se puede hablar de país plurinacional si no reconocemos al que tenemos al lado.
APU: ¿Qué nivel de organización han alcanzado los pueblos originarios? ¿Qué características tienen?
Roberto Ñancucheo: En Argentina, hay 39 pueblos reconocidos. Van a haber más. En la reforma de la Constitución de 1994, en los documentos que enviamos las organizaciones para tratar en la reforma, hablábamos de más de una docena de pueblos. Hoy hay reconocidos 39, sin ninguna dudas vamos a llegar a los 50 en poco tiempo.
Esto significa un despertar de la identidad. Antes nos masificaron en grandes grupos. Los Estados a través de los intelectuales siempre tomaron la palabra por nosotros. Nos agruparon en grandes grupos e idiomas. A partir de eso, todos pertenecíamos a grandes ramas y no se reconocía la identidad específica de cada Pueblo.
Sabemos que esta deuda histórica no está instalada sólo en la Casa Rosada, sino que está sobre todo en los feudos provinciales. Por lo tanto, creemos que la pelea debe ser en los territorios y para eso necesitamos que nuestras organizaciones estén fortalecidas.
APU: Antes hablaba de Estado plurinacional. En Bolivia es un modelo instalado. ¿Se puede pensar en Argentina un modelo similar o tienen características muy distintas?
Roberto Ñancucheo: Hay una diferencia que es el porcentaje de la población indígena. En Bolivia es muy alto. Las soluciones no van a ser muy distintas en Argentina pero sí van a llevar otro tiempo. Tiene que ver con esto que te decía. Somos muchos Pueblos pero recién estamos dejando de ser esa gran masa. Cuesta salir de esos lugares.
Cuando nos caracterizaban como campesinos, se estaban olvidando de la identidad principal, que es la identidad cultural. A través de la forma de tenencia de tierra, rompieron el sistema comunitario. Dejábamos de ser una comunidad para pasar a ser individuos que tributan al fisco, que tienen un espacio. No somos dueños de la tierra, pertenecemos.
Hay que avanzar hacia un reconocimiento de la presencia indígena en todo el país. El último censo dio datos distintos a los que manejamos nosotros. La aplicación de la ley 26.160 nos va a dar un número más exacto. Se habla de un millón, dos millones, pero nosotros constatamos que somos alrededor de cinco millones de indígenas en todo el país.
La lucha indígena y los intentos de exterminación han sido los mismos en todo el continente. Las demandas que suenan en los territorios son las mismas: consulta, participación y reconocimiento de la libre determinación.
APU: Pensando en la experiencia boliviana, ¿Cómo piensa la posibilidad de proyección política-electoral por parte de los pueblos originarios a través de, por ejemplo, un partido?
Roberto Ñancucheo: Es un debate que tenemos con muchas organizaciones hermanas. Nosotros creemos que los pueblos originarios no tenemos que ponernos ninguna camiseta, más allá de que en lo coyuntural participemos o acompañemos. Un reconocimiento real de la participación de los pueblos tiene que ver con reconocer las formas representativas propias. No tenemos por qué seguir usando formatos occidentales como el partido. La autonomía implica que el reconocimiento tiene que ser pleno, a su forma de organizar y a su forma de participar. La vía electoral no es la única forma de participación.
APU: En el marco del modelo económico actual, con fuerte peso del complejo sojero, ¿Cómo piensa las tensiones territoriales en la frontera sojera en las provincias?
Roberto Ñancucheo: No se puede aplicar en nuestro territorio un modelo que destruye la biodiversidad. El Estado debe resguardar esos territorios. Creemos que la ley que prohíbe los desalojos y la ley de bosques tendrían que darnos el paragua jurídico que evite esta situación. Más allá de lo que se defina a nivel gobierno nacional, hay una disputa con el poder local que nosotros entendemos que hay que dar.
El Estado no fomenta que se invadan los territorios indígenas. Pero sí entendemos que en la medida que no podamos enfrentar a los latifundios provinciales, la tierra nuestra va a seguir siendo usada para la soja u otras cosas. Hoy está en alza la soja pero en Neuquén, por ejemplo, tenemos problemas con las petroleras. Toda política extractiva sin demarcación de territorios y participación de los pueblos, va a generar problemas. Además, no es un problema sólo de los pueblos originarios, en la medida que desaparece la biodiversidad, desaparece para todos.


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