domingo, 5 de mayo de 2019

ENOTPO: POR UN PROGRAMA AGRARIO SOBERANO Y POPULAR


FORO NACIONAL POR UN PROGRAMA AGRARIO SOBERANO Y POPULAR 
7 y 8 de mayo, 2019 

En Argentina habitamos más de 40 Pueblos- Naciones Originarias. Cada Pueblo se organiza política y territorialmente de acuerdo a su propia Cultura, Cosmovisión y a la relación que establece con el Territorio que habita desde siempre. Los mayores nos enseñaron a vivir en base a los valores de la reciprocidad, el respeto y la complementariedad en equilibrio con todos los seres de la naturaleza con los que convivimos y nos relacionamos. 

En el marco del Foro Nacional para la construcción de las propuestas de gestión y aplicación de la política pública agraria para los pueblos originarios es necesario precisar y contextualizar el marco normativo existente en el país. 

Debemos distinguir los conceptos de “Pueblo” y “Comunidad”. Estos conceptos no son sinónimos. La Comunidad es una parte constitutiva de un Pueblo, es la forma organizativa que se dan los Pueblos Originarios en su Territorio, el sujeto de Derecho colectivo es el Pueblo Originario. El Pueblo se relaciona con el Territorio en el que se desarrolla social, cultural y espiritualmente, y todas las Comunidades comparten una misma Identidad territorial, la identidad del Pueblo al que pertenecen. 

Para los pueblos originarios el concepto de Territorio es integral, en una relación reciproca y de pertenencia. Hace miles de años nuestros Pueblos viven en los Territorios, donde habita una gran diversidad y riqueza biológica. Somos conocedores de esa diversidad y poseemos prácticas y saberes culturales que fuimos trasmitiendo de una generación a otra, que nos permiten desarrollarnos y proyectar nuestra Identidad en una relación armónica con todos los seres de la naturaleza. 

Los Pueblos Naciones Originarias que habitamos el territorio argentino encontramos puntos en común con las luchas sociales, la lucha de los trabajadores de la tierra, de pequeños y medianos productores que aportan a la diversidad y calidad de alimentos que consume la sociedad en su conjunto, somos los productores que alimentamos los mercados locales, regionales e internacionales 

Durante todos estos años, desde la fundación del Estado Argentino las políticas hacia el sector han sido de explotación, de empobrecimiento y de mano de obra barata, favoreciendo al sector de la oligarquía terrateniente, representada en unas cuantas familias que se apropiaron de nuestros mejores territorios, este sector elitista concentra la riqueza y el poder, y esta enquistada en las Instituciones judiciales y políticas del Estado, vulnerando nuestros Derechos colectivos, laborales y Territoriales, usurpando nuestros Territorios a través de la violencia, persecución y muerte. Dando continuidad a un proyecto colonizador, en la enajenación, saqueo y contaminación de nuestros bienes naturales. 

El Estado argentino debe saldar su deuda histórica con los Pueblos Originarios, por lo tanto, a 208 años de su creación como Estado monocultural debe transformarse en un Estado Plural, que este constituido por cada una de las diversidades culturales que habitamos y convivimos en el país. 

Es tiempo de ir saldando las situaciones de injusticia y vulneración de nuestros derechos que nos impone a sangre y fuego un modelo neoliberal, construyendo un nuevo paradigma, que respete a nuestra Madre Naturaleza y a los seres que en ella habitamos, sin contaminación, sin agronegocios. Es obligación del Estado establecer políticas públicas que beneficien al conjunto del pueblo argentino en la redistribución de la tierra y la riqueza, generando políticas específicas para los productores de la Agricultura Familiar de los Pueblos Originarios en la restitución del Territorio con la aplicación plena de los Derechos Constitucionales. 

En este marco debemos consolidar una propuesta Agraria que contemple los principios de reciprocidad y equilibrio con nuestra madre naturaleza. 

El Programa Agrario Soberano y Popular debe tener líneas de acciones urgentes y específicas que desconflictivicen y desmilitaricen nuestros territorios, el Estado debe reconvertir el accionar de las fuerzas de seguridad, porque el hambre del pueblo no debe ser silenciado, ni amedrentado mediante la violencia represiva, ni de ningún marco institucional que ponga en riesgo la democracia del pueblo. Es necesario establecer mecanismos de intervención urgente para actuar ante la crisis alimentaria y social territorio adentro, garantizando alimento sano y saludable, priorizando los territorios vulnerables, a su vez construir un camino y recorrido que consolide territorios sustentables, que impulse el Desarrollo con Identidad, con seguridad jurídica, territorial y económica. A mediano y corto plazo se exige un plan de acciones concretas, reales y de aplicación efectiva que incluya no solo el reconocimiento definitivo de nuestro derecho ancestral sobre los territorios que habitamos, sino un plan integral de políticas públicas que garanticen el acceso a la educación, la salud, a producir sostener y generar la soberanía alimentaria, la cultura, la vida política respetando las pautas culturales de los Pueblos Originarios.

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