miércoles, 14 de septiembre de 2016

Estados Unidos: masivo apoyo a la lucha del pueblo sioux contra un oleoducto


La construcción del oleoducto Dakota Access en Dakota del Norte viene siendo resistida y rechazada por la comunidad sioux Standing Rock desde hace meses. La represión, el masivo apoyo y la visibilización nacional que alcanzó el conflicto, obligaron al gobierno federal a detener la obra.

La Nación Sioux, el pueblo originario más grande en territorio de América del Norte, está compuesto por los pueblos lakota, dakota, nakota, santee, yanktonai, yankton, y teton. El proceso de expansión colonial entre los siglos XVI y XIX implicó un verdadero genocidio contra estos pueblos, que actualmente viven en áreas de tierras protegidas en los estados de Nebraska, Montana, Dakota del Sur, Dakota del Norte, Minessota (en Estados Unidos) y Alberta, Manitoba y Saskatchewan (en Canadá).

La comunidad Standing Rock, ubicada en Dakota del Norte, viene denunciado las consecuencias de la construcción del oleducto Dakota Access, que pretende enlazar los yacimientos petrolíferos del norte del país hasta Texas, atravesándolo desde el noroeste hasta el sureste.

A lo largo de este proceso se han sumado cerca de 100 comunidades de Estados Unidos y Canadá. Como forma de protesta mantienen el campamento Piedra Sagrada desde el 1ro de abril de 2016, junto con otras comunidades y activistas ambientales y sociales, en las tierras ocupadas por la compañía Energy Transfer Partners, a cargo de la construcción del oleoducto. En agosto esta lucha adquirió visibilidad nacional y centenares de activistas se sumaron a las caravanas y al acampe.

La construcción del Dakota Access -conocido como proyecto DAPL- está a cargo de la empresa Energy Transfer Partners, con sede en Dallas (Texas). La compañía Enbridge también invirtió dos mil millones de dólares. En total, la obra costará 3800 millones de dólares. De ser realizado, el oleoducto transportará alrededor de 500 mil barriles de crudo por día.

El conducto se extenderá por 1770 kilómetros partiendo desde el yacimiento petrolero Bakken en Dakota del Norte, atravesando numerosas comunidades sioux como Standing Rock, donde ya se comenzaron las obras. Atravesará los estados de Dakota del Norte, Dakota del Sur, Iowa y en Illinois empalmará con un conducto ya existente, que redirigirá el crudo directamente a las refinerías de la costa del golfo de México en Texas.



Proceso judicial contra el DAPL 

La comunidad de Standing Rock presentó una demanda al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE) el pasado 27 de julio, ante la Corte Federal de Washington D.C. La USACE es la agencia militar encargada de investigar y evaluar el impacto de los proyectos de desarrollo sobre el agua y el medioambiente, como así también es quien otorga los permisos requeridos para este tipo de construcciones

En la demanda, la comunidad sioux denuncia que las compañías constructoras violaron la Ley de Agua Limpia, la de Protección de Sitios Históricos Nacionales y la de Política Ambiental Nacional. Debido a que las obras ya se iniciaron, la comunidad presentó una medida cautelar para conservar la situación actual hasta que se expida el juez. Otra de las preocupaciones señaladas por la comunidad es la posible destrucción de sitios sagrados y culturales.

El pueblo sioux afirmó que la construcción de este conducto afectará los afluentes de agua que proveen a sus tierras y comunidades. Específicamente, señalan uno de los ríos más grandes del mundo, el Missouri, en la unión con el río Cannon Ball, donde además se ubica el acuífero Ogallala, también uno de los principales del mundo. Las comunidades argumentan que sólo en el 2015 los oleoductos de Estados Unidos tuvieron más de 15 derrames en ríos y reservas de agua.

Durante el sábado 3 de septiembre la comunidad se movilizó hasta las tierras ocupadas por el proyecto DAPL, cuyos operarios se encontraban removiendo tierras de alto valor histórico. La guardia de seguridad atacó a los pobladores con perros y gas pimienta.

Los incidentes violentos fueron registrados alcanzando un gran nivel de difusión a través de las redes sociales. Luego de este evento, la gobernación del Estado decidió militarizar la zona, solicitando la presencia permanente de la Guardia Nacional en las vías y territorios en conflicto.

En los días posteriores, los abogados de la comunidad sioux realizaron una presentación frente a la Corte Federal del juez James Boasberg demostrando que las tierras que a remover son, de hecho, un cementerio. Estos elementos se agregan al proceso judicial iniciado en julio a cargo del mismo juzgado.

Pero el viernes 10 de septiembre Boasberg desestimó la petición del pueblo sioux. Según indicó la USACE, la compañía constructora “ha cumplido con la Ley de Preservación Histórica Nacional” y la comunidad Standing Rock “no ha demostrado cuáles son los posibles daños conllevará la construcción del oleoducto”.

El juez ordenó a las partes que comparezcan el 17 de septiembre y la comunidad sioux ya anticipó que apelará la sentencia.

Sin embargo, luego de la decisión de la Corte, el gobierno federal ordenó frenar temporalmente la construcción del oleoducto.

Persecución judicial a los periodistas que informan sobre el conflicto

El sábado 10 de septiembre la Justicia interpuso una orden de arresto contra la periodista Amy Goodman, conductora y productora ejecutiva del medio digital Democracy Now! que, desde el inicio de las protestas, acompañó la petición del pueblo sioux e informó sobre los acontecimientos vinculados a la construcción del oleoducto.

Los integrantes del medio de comunicación dieron a conocer que el pasado 3 de septiembre un equipo audiovisual suyo registró a guardias de seguridad de la compañía atacando a los miembros de la comunidad sioux con perros y gas pimienta.

“Es una inaceptable violación de la libertad de prensa” dijo Goodman en una declaración. “Estaba haciendo mi trabajo al cubrir cómo los guardias del oleoducto lanzaron perros sin correa y gas pimienta sobre una protesta de los pueblos originarios”.

Entre el 3 de septiembre y hasta el 17 de este mes se están llevando adelante decenas de protestas en apoyo al pueblo sioux en muchas ciudades estadounidenses. Diferentes grupos han organizado además acciones directas contra los bancos que financian este proyecto: Bank of America, HSBC, UBS, Goldman Sachs, Wells Fargo y, JPMorgan Chase.


Fuente: https://notas.org.ar/2016/09/11/estados-unidos-masivo-apoyo-lucha-pueblo-sioux-oleoducto/

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