miércoles, 30 de julio de 2014

Pueblos Originarios en el MERCOSUR

Participación de los Pueblos Originarios en la Cumbre del Mercosur en Mendoza, 2012.

 Venezuela, Julio de 2014

Desde hace cuatro años los Pueblos Originarios venimos participando activamente de los encuentros del MERCOSUR, llevando adelante propuestas e iniciativas para fortalecer y consolidar los lazos de hermandad, unidad e integración de la región, y fomentando al mismo tiempo el reconocimiento de nuestro derecho colectivo como pueblos preexistentes de formar parte de este espacio como Sujetos políticos autónomos.

Nuestro continente, hoy denominado América, es nuestro Territorio ancestral y está lleno de vida, o como se diría desde el occidente, es rico en biodiversidad. Para los Pueblos Originarios estas diversas formas de vida, los ríos, las montañas, el viento, el sol, los animales, las plantas, en el espacio aéreo y en el subsuelo, son fuerzas naturales que componen nuestros Territorios. Todos y cada uno de los elementos de la naturaleza integran nuestra cosmovisión y espiritualidad, y son la fuente fundamental para el desarrollo de nuestras vidas, nuestros pensamientos, la base de nuestra propia ideología y de nuestro proyecto político.

Los Pueblos Originarios no somos pobres ya que nuestros territorios son lugares de grandes riquezas, sin embargo desde la colonización del Abya Yala nuestros pueblos fueron empobrecidos, sufriendo la instalación coercitiva en nuestros Territorios de sistemas sociales y productivos eurocéntricos y usureros por parte de los países imperialistas. El nuevo sistema global nos ubicó en el lugar de “tercer mundo”, el lugar de la pobreza, favoreciendo la intervención de estos países en las políticas económicas internas a través de la imposición de modelos de “desarrollo” ajenos a nuestras propias formas e identidades. Estas políticas, digitadas por poderosos grupos económicos, financieros y mediáticos persiguen como fin último nuestros bienes naturales, debilitan nuestra soberanía y producen profundas desigualdades sociales y un enorme pasivo ambiental. 

Durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983), la deuda privada de estas grandes corporaciones y grupos económicos nacionales y extranjeros fue estatizada generando un incremento descomunal e ilegítimo de la deuda pública. Esta deuda es parte de los empréstitos otorgados a empresas multinacionales mineras, petroleras y agrícolas, y a otros sectores ligados a la oligarquía terrateniente, usurpadores históricos de los Territorios indígenas, cuyas manos se encuentran manchadas de sangre del genocidio de miles de hermanos y hermanas. En el último tiempo, los fondos buitre pretenden extorsionar a la Argentina para dar continuidad al saqueo indiscriminado de nuestros bienes naturales. De este modo, para los Pueblos Originarios es un saqueo por vía doble, ya que el pago de la deuda es el pago a las mismas empresas que despojan nuestros Territorios.

El nuevo camino emprendido por muchos gobiernos de la región, de reparación histórica y de justicia social, en busca de una identidad propia, brinda la posibilidad de imaginar nuevos Estados que reflejen y representen genuinamente a los pueblos de nuestra región, dejando de mirar al norte y a los centralismos de una buena vez para reconstruirse desde su propia esencia. En este sentido, celebramos la conformación de bloques regionales y multilaterales como el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC, como ámbitos centrales e instrumentos que propician la unidad de los pueblos sudamericanos y la soberanía política y económica en la región.

En el nuevo escenario que se abre en América del Sur, los Pueblos Originarios hemos retomado la voz en primera persona y nunca más dejaremos que la Iglesia, las ONG’s, los partidos políticos, los sindicatos o las corporaciones mediáticas se apropien de nuestras demandas, propuestas y logros, interfiriendo en nuestro proceso organizativo. Nuestra voz colectiva emana de nuestros Territorios y no permitiremos más manipulación y tergiversación. Nos encontramos fortalecidos y organizados, y hemos definido que ya es tiempo de salir de la mera resistencia para hacernos parte de la reconstrucción de nuestros Estados y de nuestra Patria Grande con propuestas propositivas en relación al presente y futuro de nuestros pueblos y comunidades. 

Es por ello que en este nuevo mundo reestructurado, el MERCOSUR es una herramienta que nos debe ayudar a elaborar nuevos modelos productivos con identidad propia, que fortalezcan la unidad e integración de toda la región, y sobre todo que se basen en el paradigma del Buen Vivir que los Pueblos Originarios practicamos desde tiempos inmemoriales. Este paradigma se funda en la ideología de la reciprocidad, la complementariedad y en el respeto de la diversidad cultural, que implica mejorar las condiciones de vida de todos y todas.

El nuevo modelo debe incluir necesariamente la cosmovisión de los Pueblos Originarios, respetando nuestro derecho a la participación y consulta, como así también reconociendo nuestra preexistencia en el Territorio del Abya Yala, del cual somos parte de manera individual y colectiva, unidos a la misma naturaleza. Somos la historia, el presente y el futuro de una Patria Grande Plurinacional.

Propuestas:

§ Construcción de un nuevo modelo de productivo: que respete la cosmovisión de los Pueblos Originarios y que ponga fin a la explotación indiscriminada de nuestros recursos, que sólo nos deja contaminación y pasivos ambientales en nuestros territorios. 

De un tiempo a esta parte se ha generado un debate crítico sobre el enfoque político del Buen Vivir/Vivir Bien lo que posibilita una profunda revisión de la situación actual de los Pueblos Originarios, el impacto que han producido los diferentes modelos de “desarrollo” y sobre todo, los efectos que estas políticas han tenido sobre los Pueblos Originarios y los Territorios.

§ Derecho a la Consulta y Participación: Garantizar la participación plena y efectiva de los Pueblos Originarios en la gestión de nuestros recursos naturales y Territorios es empezar a caminar hacia nuevos tiempos de respeto y de interculturalidad.

§ Sujeto Político: los Pueblos Originarios somos Sujetos Políticos de Derecho Colectivo y tenemos la capacidad de construir las políticas de Estado necesarias para nuestras demandas y derechos territoriales. Nuestras organizaciones profundizarán sus acciones en defensa de nuestros territorios con la firme decisión de asegurar nuestra presencia en las agendas políticas de los gobiernos. Queremos vivir en paz en nuestros territorios y para ello necesitamos las herramientas jurídicas, la fortaleza política y el apoyo de toda la sociedad y el Estado. 

§ Estados Plurinacionales: Los Pueblos Originarios venimos luchando por la implementación efectiva de políticas interculturales, con el objetivo de producir un cambio de paradigma en la concepción monocultural de Estado con el afán de alcanzar la construcción de Estados Plurinacionales y pluriculturales, basados en el respeto a la diversidad, la reciprocidad, la complementariedad, el pluralismo político, económico, jurídico, cultural e idiomático. Para alcanzar dicho objetivo es necesario un cambio en la relación que se establece entre los Pueblos Originarios, los Estados y sus instituciones, así como con el conjunto de los sectores de la Sociedad Civil. Es necesario que sean las Organizaciones Territoriales como instituciones legítimas y representativas de los Pueblos Originarios las que ejerzan funciones institucionales en el Estado, para que sea efectiva la política pública para con los Pueblos Originarios.

§ La tierra y el agua como “bienes estratégicos no renovables”: es un cambio de paradigma fundamental para Argentina, en coherencia con los procesos de algunos países sudamericanos como Ecuador y Bolivia, de los derechos de la madre tierra y de la protección de los bienes naturales. Esto nos fortalece y nos posiciona frente al mundo en busca de la construcción de alternativas sustentables de cara a las futuras generaciones.

§ Derechos Humanos: Reconocimiento del genocidio de los Pueblos Originarios en América como base fundamental para la creación de naciones pluriculturales. En el marco de la expansión del capitalismo y la división del trabajo a nivel global Argentina quedo sometida al rol de exportador de materias primas, aumentando así la presión por la expansión hacia el Territorio de los Pueblos Originarios. Esta apropiación se llevó a cabo a través de un plan sistemático de exterminio físico y cultural. A quienes logramos sobrevivir al embate estatal en nombre del “progreso” Occidental, se nos intentó forzar a abandonar nuestros modos de vida, nuestros idiomas, a entrar como mercancías en el mercado laboral en condiciones precarias. En el caso de nuestro país, el Estado por medio de su visión liberal y europeizante, se encargó de erigir un discurso legitimador de la desigualdad, en el cual nuestra cultura y modos de vida fueron denigrados.

Los Pueblos Originarios también somos parte de la historia del Estado. Consideramos fundamental recuperar las voces de aquellos que de alguna u otra manera formaron parte del proceso que confluyó en la consolidación del mismo. Es fundamental que los países sudamericanos visibilicen la memoria histórica y colectiva de los Pueblos. La construcción de una historia revisionista debe contemplar que somos protagonistas de nuestra historia y que hemos intervenido de manera decisiva en los sucesos que hilvanaron el devenir histórico de la región.

En Argentina, aún en 2014 no existe una historia oficial que reconozca que la creación del Estado Argentino se asentó en las matanzas y sometimiento de nuestros Pueblos Originarios. Revisar, denunciar y reparar esto es fundamental para la construcción de una historia que sirva de basamento para la consolidación de un presente y un futuro que contemple la diversidad cultural existente en la región.

§ Derecho al Territorio y a la Identidad como Derecho Humano en el marco del Derecho Colectivo: la preexistencia de nuestros Pueblos a la creación de los Estados implica una serie de derechos que deben ser reconocidos y garantizados, reconociendo también que las fronteras estatales impuestas a los Pueblos Originarios hoy, nos han llevado a una situación de migrantes en nuestros propios territorios, que no responde a nuestras concepciones tradicionales. Somos parte del Territorio, compartiendo cada uno de los espacios territoriales de manera armónica. Nos interrelacionamos con la naciente de los ríos, el corazón de las montañas, la savia del interior de la tierra desde una cosmovisión de plena consciencia en el resguardo del agua, del aire, de los bosques y de la diversidad biológica, porque estos elementos son el resguardo de nuestra continuidad como Pueblos Originarios. Es por esto que es fundamental el reconocimiento del Territorio como punto de partida para una reparación histórica real, garantizando el ejercicio de los demás derechos como eje central del desarrollo productivo socio-cultural y económico.

§ Rol del Estado: Establecer como condición previa para ser país miembro del MERCOSUR el reconocimiento, la implementación y la adecuación de las legislaciones nacionales a: La Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU, el Convenio 169 OIT, el Convenio Internacional sobre Biodiversidad, el Convenio Internacional sobre Cambio Climático y el Protocolo de Nagoya. Los Estados miembros deben garantizar:

- La instrumentación del derecho pleno a la Participación y a la Consulta para el Consentimiento Libre, Previo e Informado antes de cualquier intervención de cualquier iniciativa en los Territorios Indígenas.

- La especificidad del Derecho Indígena reafirmándolo por medio de la sanción e implementación de la Ley de Propiedad Comunitaria como derecho fundamental, avanzando así hacia la construcción de Estados Plurinacionales.

- El impulso de espacios para la recuperación de nuestra Memoria como Pueblos Originarios fortaleciendo nuestra Identidad.

- Materializar el derecho a una comunicación con Identidad con plena y efectiva participación de los Pueblos.

- Un sistema educativo integral en el cual se contemple la Educación Autónoma, Educación Intercultural Bilingüe (EIB), los valores, cosmovisiones e historia de cada pueblo, el diseño de una currícula que incluyan docentes - maestros tradicionales y contenidos indígenas según la diversidad cultural.

- El reconocimiento de las experiencias de formación profesional y técnica que surjan del sistema educativo integral de los Pueblos Originarios, conformando un sistema de convalidación de títulos en todos los países miembros MERCOSUR.

- La incorporación en la Educación Superior Universitaria de las carreras de Derecho u Abogacía un espacio curricular que incorpore la jurisprudencia nacional e internacional que amparan los Derechos de los Pueblos Originarios sobre sus Territorios y Patrimonio Tangible e Intangible

- La incorporación del reconocimiento y complementariedad de la medicina tradicional en los ámbitos académicos y de la salud pública.

- La puesta en valor de los conocimientos y saberes ancestrales y tradicionales de cada Pueblo.

- La restitución de Restos y Patrimonio Cultural de los Pueblos Indígenas.

- La regulación del Sistema Ancestral de Movimientos Transfronterizos de los Pueblos Originarios, tal como se reconoce en el artículo 32 del Convenio 169 de la OIT:

“CONTACTOS Y COOPERACIÓN A TRAVÉS DE LAS FRONTERAS. ARTÍCULO 32: Los gobiernos deberán tomar medidas apropiadas, incluso por medio de acuerdos internacionales, para facilitar los contactos y la cooperación entre pueblos indígenas[1]y tribales a través de las fronteras, incluidas las actividades en las esferas económica, social, cultural y del medio ambiente”

“Los límites establecidos por los Estados no contemplan nuestro modo de relacionarnos que trasciende a las fronteras, en este sentido, creemos que es fundamental que en el contexto del MERCOSUR se formulen nuevas normativas para el reconocimiento de esta situación.”

- La consolidación del proceso de articulación institucional de los Estados en el marco del MERCOSUR en relación a los Pueblos Originarios.

- La aplicación del marco jurídico con respecto al Derecho Colectivo de los Pueblos Originarios fortaleciendo sus propios contextos organizativos, culturales y territoriales.

§ Trabajo e inclusión: Partiendo de la base que los Pueblos tienen una concepción diferente de trabajo a la occidental se deben reconocer, proteger y fomentar las formas tradicionales de producción, circulación, comercialización y distribución de las producciones. Esto se garantizaría por medio de un desarrollo con identidad en los Territorios. 

Además se deberán tener en cuenta la preexistencia de los Pueblos Originarios a los Estados y sus límites político-territoriales, para la elaboración de sistemas impositivos, barreras arancelarias, aduaneras y sistemas de regulación de la producción y el trabajo específicos, que permitan la continuidad del desarrollo cultural, económico y político de nuestros pueblos.

§ Participación ciudadana: Garantizar y generar las condiciones necesarias para la participación efectiva de los Pueblos en el marco del MERCOSUR a través de sus propias instituciones representativas.

- Implementación de políticas públicas con incidencia real que aborden las realidades comunes a los Pueblos Originarios en la región, tanto en el marco del intercambio y del comercio, como también en lo sociopolítico.

- Contemplar el derecho a la consulta y participación de los Pueblos Originarios ante cualquier actividad que afecte directa o indirectamente a los mismos.


Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios - ENOTPO


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