"Para nosotros el territorio es la vida; no tiene alambres, es comunitario, se vive allí como hace cientos de años, y eso es lo que nos da el reconocimiento preexistente que menciona la Constitución."
Corrientes: Audiencia pública de la Comisión Bicameral para la Reforma, Actualización y Unificación de los Código Civil y Comercial de la Nación
Moderador.- Tiene la palabra el señor Walter Barraza.
- El señor Barraza inicia su exposición expresándose en lenguaje nativo.
Sr. Barraza.- Creemos que el Estado debe ser intercultural, plurinacional. Entre mis hermanos aquí presentes hablamos tres o cuatro idiomas, además del castellano, que no es el único; por eso, debemos hablar de interculturalidad.
Nuestra organización es el Consejo de la Nación Tonocoté Llutqui, que está compuesto por treinta y tres comunidades: treinta y una, en el territorio ancestral que hoy se llama “Santiago del Estero”, y dos migrantes, en la provincia de Buenos Aires.
Como organización también formamos parte del Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios, que es un espacio de articulación de política indígena.
Festejamos la reforma del Código y la responsabilidad que cabe a los legisladores y al Poder Ejecutivo nacional, que luego de ciento cuarenta años tomaron el desafío de profundizar la reforma del Código que fue votado a libro cerrado.
Escuchaba atentamente a una de las expositoras, quien decía que tal vez Vélez Sarsfield no calculó que después de ciento cuarenta años habría de darse esta realidad. Estamos de acuerdo con la reforma del Código, pero proponemos –como organización que haya un libro particular que incluya todos los derechos de orden público que ya tenemos, y los respectivos acuerdos internacionales. Es decir que estamos de acuerdo con la reforma, pero esto debe ser incorporado sin que baje su actual rango.
Mis hermanos ya han expuesto sobre la propiedad comunitaria, que no debe ser solo rural, y han señalado que la personería jurídica debe ser de derecho público. Somos naciones, tenemos nuestro idioma, nuestra forma de pensar y de vivir, nuestro arte. Esta posibilidad de estar incluidos en la reforma del Código sin que baje el rango nos permitirá que los jueces, al tener que tomar una decisión sobre un conflicto territorial –hoy nos pasa en lo que se llama “Santiago del Estero” no digan que en el Código no figura la propiedad comunitaria que mencionamos ni la personería jurídica. Los jueces se rigen solo por lo que establece el Código no tienen el atrevimiento de leer la Constitución , y eso es suficiente para tomar una decisión.
Cuando el juez deba resolver algún conflicto referido a nuestros territorios y lea el Código Civil podrá entender mejor de qué estamos hablando. Lamentablemente, muchas veces tenemos que pensar que se trata de falta de voluntad del juez o que responde a otros intereses.
Consideramos que la reforma es muy importante, y por eso estamos aquí para acompañarla. Han venido hermanos de distintas provincias y pueblos. Nuestra propuesta, repito, apunta a que exista un libro particular que contemple la personería jurídica pública. También pretendemos que se contemple la propiedad comunitaria de los hermanos que viven en la periferia de las grandes ciudades, porque si no sería una cuestión incompleta.
El desafío que toma el Poder Ejecutivo es grande; por eso, pretendemos que lo que nos toca a nosotros también sea de esa importancia, audaz, como lo es la reforma del Código.
Muchas organizaciones y personas que profesan distintas religiones dijeron que no están de acuerdo con esta iniciativa, y los escuchamos con respeto. Estas diferencias surgen cuando se pretende hacer una reforma profunda. Cualquier modificación que se lleve a cabo sin demasiada profundidad, no tendrá voces en contra.
Debemos salir de lo formal y estructurado, y comenzar a pensar desde la diversidad, como querían Belgrano y San Martín, que hablaban acerca de una gran región gobernada por un hermano de un pueblo originario. Lamentablemente, la postura de esos héroes que nosotros reconocemos como tales, como reconocemos a Chelemín, Cafulcurá, Bartolina Sisa, Túpac Amaru, Túpac Katari… También nuestros héroes han acompañado en esta cuestión a los héroes de lo que hoy se llama “Argentina”.
De manera que a los legisladores les decimos que estamos acompañando esto. Tienen una tarea histórica: no van a ser unos legisladores más. La historia va a decir que los legisladores que cumplieron su mandato reformaron el código después de ciento cuarenta años.
Queremos compartir con ustedes el acompañamiento a esta tarea y también decir a toda la sociedad, como referentes contemporáneos, que tenemos la tarea de generar las condiciones para que se cumpla todo lo que está legislado. No hace falta más legislación. Este es el país que más legislación tiene, pero lamentablemente no se cumple. Esta es la tarea que nos dan nuestros mayores, porque hoy estamos hablando acá porque ellos se han sacrificado, han dado la vida y han soportado el desprecio y la intolerancia. Entonces, nosotros tenemos que hacer nuestra parte para que dentro de quince años nuestros jóvenes tengan las mismas condiciones que nos han dejado nuestros mayores.
También queremos decir a la sociedad que tomamos nuestra palabra. Estamos en un camino donde nosotros vamos a hablar por nosotros. ¿Qué significa esto? Traducido sería que no queremos más que la Iglesia hable por nosotros, como así tampoco las ONG ni las fundaciones, porque las cuentas en los bancos se llenan de dinero. ¿Y cómo estamos? No estamos bien.
Ahora tenemos propuestas; salimos de la resistencia con propuestas y tomamos responsabilidades. Si cometemos errores los vamos a cometer nosotros, y si cometemos aciertos, vamos a aprender y a ir progresando y a generar las condiciones para nuestros jóvenes, que vienen detrás de nosotros.
Les agradecemos a los que nos han acompañado hasta ahora e invitamos a todos los que quieran acompañar la causa indígena. Si ustedes hacen un repaso, no creo que nadie esté en contra de la causa indígena, con excepción de los terratenientes y de los que siembran soja en forma desmedida. No estamos en contra de los que siembran soja sino en contra de la ambición desmedida.
Nuestras organizaciones tienen que ser fortalecidas para poder capacitarnos y tener nuestros propios profesionales que lleven la voz de nuestras autoridades de los territorios. Nuestra prioridad es el territorio, que no es lo mismo que la tierra. El campesino dice “tierra”, el que siembra dice “tierra”; nosotros decimos “territorio”, que es otra cosa: nosotros somos territorio. Nosotros somos como un árbol, un río, una montaña, una planta. Entonces, no podemos hacer mal uso de ese territorio porque somos parte de él.
Sé que a lo mejor esto puede resultar complicado, que se puede preguntar qué diferencia hay entre tierra y territorio. Para nosotros el territorio es la vida; no tiene alambres, es comunitario, se vive allí como hace cientos de años, y eso es lo que nos da el reconocimiento preexistente que menciona la Constitución.
Les agradecemos la atención, y a los legisladores, la posibilidad de que las audiencias sean federales. Proponemos que en Salta y Jujuy, donde existen más de mil comunidades, haya una audiencia temática sobre pueblos originarios.
Quiero decir que estamos para tomar responsabilidades, para estar en los lugares donde se toman las decisiones, porque si nosotros no estamos en esos lugares otros decidirán por nosotros.
Reconocemos que vivimos en un Estado donde hay leyes, y las reconocemos. Tenemos un documento, pero nuestra identidad es preexistente a la provincia y al Estado.
Yo soy tonocoté, no soy santiagueño. Tengo un documento que dice que soy santiagueño y argentino, pero mi identidad es milenaria. Eso es lo que soy yo. Mi identidad me dice lo que soy, no me lo dice el documento, aunque respeto lo que está legislado.
Invito a toda la sociedad a que nos acompañe al lado, no apadrinando sino al lado.
- El señor Barrasa se expresa en lenguaje nativo.
Sr. Barrasa.- Que anden muy bien. (Aplausos.)
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