sábado, 29 de septiembre de 2012

VOCES ORIGINARIAS - INCLUSIÓN DE LA PROPIEDAD COMUNITARIA INDIGENA

"Es el momento también de poder empezar a contar la otra parte de la historia, porque en este nuevo proceso que iniciamos los pueblos originarios también sabemos que estamos frente a un desafío histórico en donde no vamos a dejar más nuestros derechos y la palabra en manos de otro. Somos nosotros los que a partir de ahora proponemos a todo el resto de la sociedad que nos acompañen, pero no queremos más que nos lleven de la mano."
Corrientes: Audiencia pública de la Comisión Bicameral para la Reforma, Actualización y Unificación de los Código Civil y Comercial de la Nación

Moderador.- Invitamos al señor Néstor Jerez.
Sr. Jerez.- En territorio ancestral guaraní, hoy provincia de Corrientes, saludo a las autoridades tradicionales, a los delegados, a los miembros de los pueblos originarios, audiencia presente y señores legisladores de la Comisión Bicameral.
Antes de dar inicio, quiero reiterar el pedido de realizar una audiencia especial en la provincia de Salta o Jujuy debido a la cantidad de pueblos preexistentes en esa provincia: veinticinco pueblos, mil comunidades esperan la participación y ser consultados.
Mi nombre es Néstor Jerez y soy secretario de Relaciones Públicas del Consejo de Delegados de Comunidades Aborígenes del Pueblo Ocloya y como organización somos miembro del Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios.
Este es un espacio de encuentro de articulación política que nuclea a más de cuarenta y cinco organizaciones territoriales de los veintiséis pueblos originarios con presencia en veinte provincias en la Argentina. Levantamos como bandera de la reivindicación y visibilización de la diversidad de culturas presentes en los territorios y la defensa de los mismos.
Creemos que esto es posible avanzando hacia la reglamentación y la implementación de nuestros derechos, aquellos por los que luchamos desde hace tiempo.
Nos encontramos ante un hecho histórico de reparación y refundación del Estado, proceso en el que se enmarca la reforma, actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial. Acompañamos este momento porque consideramos que permitirá avanzar hacia un Estado pluricultural, a través de la implementación de herramientas institucionales, que establezcan la igualdad jurídica en la diversidad cultural.
La creación del Estado Nación consolidó la propiedad privada basada en valores individualistas y mercantilistas, confrontando con la concepción tradicional de territorio considerada por los Pueblos Originarios.
El territorio para los Pueblos Originarios es concebido como una totalidad. Va más allá de una connotación económica, tiene un sentido espiritual y cultural vinculado a lo ancestral y tradicional. Involucra no sólo la superficie sino también el espacio aéreo y subterráneo.
El espacio territorial es la condición de posibilidad del desarrollo de la cultura comunitaria tanto en el presente como en el futuro, pues incluye a todos los recursos naturales y los valores simbólicos-sagrados.
Asimismo, cada espacio territorial es único, aunque la geografía, la flora y la fauna sean parecidas en distintos lugares, el valor filosófico que adquiere en la vida de los pueblos originarios que viven allí es único e irrepetible. Por eso sabemos que el resguardo de estos elementos es el reaseguro de nuestra continuidad como pueblo y de las generaciones venideras.
En este sentido, es necesario contemplar dicha concepción para la incorporación del instituto de la posesión ancestral, que es aquella que un pueblo o comunidad indígena ejerce, de acuerdo a su cultura, en una relación de pertenencia con la tierra y el territorio.
Para ello se propone incorporar la posesión ancestral de la siguiente manera: “Habrá posesión ancestral cuando un pueblo o comunidad indígena ejerce, de acuerdo a su cultura una relación de pertenencia con la tierra y el territorio, por ende se regirá por las definiciones culturales de cada Pueblo Indígena”.
Durante muchos años los pueblos originarios tuvimos que hacer frente a las señales hostiles de negación de los derechos que se daban en el ámbito local y nacional, teniendo que llevar nuestras demandas al terreno de los organismos internacionales.
Sin embargo, las organización internacionales, las iglesias y las ONGs pasaron a convertirse en una fórmula refinada de clásicas intervenciones y prácticas colonialistas, reduccionistas y cercenadoras de nuestros derechos. Estos sagaces recopiladores de nuestras situaciones de conflicto llenan interminables informes elaborados con fina pluma que luego son expuestos por los denominados especialistas en temas indígenas en grandes púlpitos y con destacada audiencia, pero que finalmente nada resuelven hacia el interior profundo de estos nuestros territorios.
Estos intelectuales de la realidad virtual son manipuladores de los mandatos ancestrales y fomentan la creación de grupos y espacios que hoy desentonan y contradicen al proceso actual que vivimos los pueblos originarios en Argentina.
Somos un espacio propositivo, pero no renunciamos a nuestros derechos reconocidos y adquiridos a través de la lucha, el sacrificio y el derramamiento de sangre de nuestras generaciones anteriores.
Estos derechos están contemplados en la Constitución Nacional en el artículo 75, inciso 17, en el convenio 169 de la OIT, que Argentina ratifica y adhiere a través de la ley 24.071.
No venimos a pedir más derechos. Simplemente que se nos respeten los derechos que ya están reconocidos, que se transcriban. Sabemos que en este proceso la historia ha sido contada desde una parte de la denegación, del ocultamiento, de la discriminación. Hoy decimos que ya no se puede tapar más el sol con la mano, no se puede negar más la diversidad de los pueblos y obviamente sabemos quienes han escrito la historia en su momento, a quienes repudiamos -que están vestidos de próceres, como Sarmiento, Mitre y Roca-, pero también reivindicamos y entendemos que en ese momento había pensamientos diferentes, como San Martín, Belgrano, Castelli y Moreno, ese pensamiento de la Patria grande, de la igualdad, del reconocimiento de la diversidad y del reconocimiento de los derechos de los pueblos originarios.
Es el momento también de poder empezar a contar la otra parte de la historia, porque en este nuevo proceso que iniciamos los pueblos originarios también sabemos que estamos frente a un desafío histórico en donde no vamos a dejar más nuestros derechos y la palabra en manos de otro. Somos nosotros los que a partir de ahora proponemos a todo el resto de la sociedad que nos acompañen, pero no queremos más que nos lleven de la mano.
Como pueblos originarios también proponemos a los legisladores que se reconozcan nuestros derechos. No pedimos más derechos porque ya los tenemos contemplados. Simplemente pedimos que se nos reconozca. Hemos venido haciendo un nuevo proceso en donde obviamente hemos tenido situaciones. Por ejemplo, en la reforma de la Constitución en el 94 nuestras generaciones anteriores han luchado y han logrado incluir ese artículo, que es muy rico en contenido, en derecho, como es el artículo 75, inciso 17.
También hemos tenido la experiencia en la nueva ley de medios de comunicación en el 2009, en donde hemos tenido este desafío de hacer entender a nuestros legisladores, porque en el Congreso es donde se aprueba, que no somos una ONG, no somos una asociación civil sino que somos pueblos originarios, pueblos preexistentes.
Por lo tanto, nuestra personería jurídica tiene que ser de orden público, porque no somos como una entidad deportiva que se crea y se deshace. Ya está reconocido que nosotros somos preexistentes a los Estados tanto provinciales y nacionales.
No tenemos que crear nada. Hay que reconocer que los Estados se han asentado sobre nuestros territorios. Es por eso que hoy venimos a reafirmar nuestros derechos. Y en ese sentido hemos logrado incluir en la ley de medios una cuarta categoría denominada “la comunicación con identidad”.
Así también hemos llegado a Tucumán en el año 2011 y ahora en este año 2012, el 9 de julio, en donde se empiezan a descubrir actas escritas en idiomas originarios. Eso hace que se reconozca que este Estado también ha sido construido con la participación de los pueblos originarios, los que en su momento nos han denominado como gauchos o campesinos. Eso éramos nosotros, los pueblos originarios preexistentes.
Porque nos preguntamos, antes que exista Jujuy, Salta, Tucumán, ¿quiénes eran los que venían desde el norte para llegarse a la lucha en la primer batalla, que ha sido uno de los caminos de la construcción de este Estado, como ha sido el éxodo jujeño. Obviamente hemos sido los pueblos de Ocloya, Tilcara, Humahuaca, Diaguita, (Tastil), Lules, entre otros.
Para ir cerrando, dejo el mensaje a los legisladores porque está en sus manos el poder plasmar nuestros derechos, que ya están reconocidos, en esta nueva reforma unificación y reforma del Código Civil y Comercial. Muchas gracias. (Aplausos.)
http://ccycn.congreso.gov.ar/versiones/corrientes/2012-27-09.html

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