El día 10 de agosto pasado se realizó en la ciudad de San Miguel de Tucumán el simposio Pueblos Originarios y Arqueología. Redefiniendo la relación intercultural y la producción del conocimiento arqueológico en el marco del 19° Congreso Nacional de Arqueología Argentina. Este simposio fue continuación de un similar simposio desarrollado en el año 2013 durante el 18° Congreso Nacional de Arqueología Argentina en la ciudad de La Rioja.
Teniendo en cuenta el actual contexto histórico y social de nuestro país y otros países latinoamericanos, donde las movilizaciones y las organizaciones territoriales de Pueblos Originarios se han fortalecido y, apelando al marco del derecho indígena, han comenzado a realizar activos reclamos sobre lo que se dice de ellos y de su pasado, sobre cómo los representa el conocimiento científico, sobre los restos mortuorios de sus ancestros y sobre el control de sus lugares sagrados y las intervenciones que se realizan sobre éstos, este simposio buscó establecer y desarrollar un diálogo intercultural entre arqueólogos y autoridades, referentes y delegados de distintos Pueblos Indígenas nucleados en el Encuentro Nacional de Organizaciones Territoriales de Pueblos Originarios (ENOTPO), a fin de redefinir la relación entre arqueología y Pueblos Indígenas.
Si bien directa o indirectamente, intencionalmente en algunos casos y no en otros, a lo largo de su historia como disciplina académica y científica la arqueología argentina contribuyó con la erosión de la identidad indígena y la separación de los Pueblos Originarios contemporáneos de su pasado y patrimonio, en años reciente una renovada arqueología crítica y reflexiva ha comenzado a repensar su relación con los Pueblos Originarios y a rever el papel cumplido por la disciplina en el proceso de colonización de los Pueblos Indígenas. A través de este simposio, buscamos impulsar la construcción de una arqueología que consulte y tenga consentimiento para la investigación, que abra la investigación a la participación de los Pueblos Originarios como sujetos plenos, que se constituya en un aporte a los procesos y proyectos indígenas, que respete al sujeto de derecho y que sea un facilitador y una herramienta para permitir la interrelación entre culturas, entre pueblos y entre identidades. Asimismo, una de las propuestas centrales del simposio fue promover la producción de conocimiento en diálogo intercultural y en conjunto, combinando saberes y voces, y teniendo en cuenta que no se puede conocer el pasado por fuera del territorio y sin entrar en relación.
Sostenemos que no es suficiente con descolonizar a la arqueología revisando críticamente las narrativas y representaciones que ha generado sobre los Pueblos Originarios, sino también deberíamos convertirla en una herramienta a disposición de los Pueblos Indígenas sobre cuyo pasado la “ciencia” interviene. Lo arqueológico muestra continuidad y preexistencia y el vínculo histórico, cultural y simbólico que los Pueblos Originarios mantienen con el territorio. El objeto denominado arqueológico sirve, enlaza, su presencia es necesaria como conector de los miembros de un Pueblo. Partimos de la idea que lo arqueológico no se trata de una serie de objetos inertes sino que está vivo en el pasado y en el presente. Es pensado y significado por los Pueblos Originarios y sirve para el vínculo.
Tal como se había realizado en La Rioja, el simposio se organizó a partir de presentaciones intercaladas entre arqueólogos y referentes y autoridades del ENOTPO, con tiempo para preguntas y debate luego de cada presentación.
Por parte del ENOTPO, participaron de este encuentro académico intercultural: Carlos Flores y Juan Condori (delegados de la Unión de Pueblos de la Nación Diaguita Salta), Lucio Zerpa (autoridad del Consejo del Pueblo Tastil - Salta), Gabina Ocampo (Organización de Educadores Originarios Nan Q’om, Formosa), Miguel Casimiro (delegado de la Red de Comunidades del Pueblo Atacama, Salta), Miguel Gil (autoridad de la Organización Territorial Huarpe Pinkanta, Mendoza, San Juan y San Luis), Nancy Chocobar (Pueblo Chuschagasta, Tucumán), Sandra Giménez (Pueblo Nación Charrúa, Entre Ríos), Mercedes Velárdez (Pueblo Tolombón Nación Diaguita, Tucumán), y Carlos Losa y Martha Ceballos (autoridades OTEPOC, Córdoba).
Es importante mencionar y resaltar los principales aspectos mencionados por los ponentes y discutidos durante el simposio. En líneas generales, hubo tres ejes centrales de discusión: 1) la relación de los Pueblos Originarios con el territorio, 2) la relación de los Pueblos Originarios con lo que la ciencia denomina patrimonio arqueológico, 3) el marco de derecho indígena, con especial énfasis en el derecho a la Consulta y Participación.
La presentación de Juan Condori se enfocó en lo que significa el territorio para los Pueblos Originarios y la diferencia substancial que existe entre la tierra (un inmueble) y el territorio (el lugar de la vida, la identidad y la espiritualidad). El delegado de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita de Salta explicó que: “El territorio tiene que ver con nuestra identidad. Tiene que ver con la complementariedad de elementos vitales. Tiene que ver con espacios que nos fortalecen, que nos dan una identidad territorial, que nos dan una relación profunda con cada espacio. Nosotros somos una parte más, indivisible, del territorio. Decimos que el territorio no nos pertenece a nosotros sino que nosotros pertenecemos al territorio”.
Condori recalcó que los Pueblos Originarios no somos una cuestión del pasado, sino que somos pueblos y culturas vivas. Criticó que la ciencia se acercó al territorio por años para estudiar a los Pueblos Indígenas como si estos fueran objetos, empleando terminología para clasificar lugares y cosas totalmente ajenas a la dinámica y cosmovisión de los Pueblos. Asimismo, destacó el valor del simposio ya que la interculturalidad es una herramienta fundamental para ir transformando al Estado, y en este caso a la ciencia, e ir acompañando esta transformación de la formación académica que será diferente a partir de estos debates. De acuerdo con Juan Condori, la utilidad del simposio fue el intercambio de diferentes formas de ver y entender la vida y sus elementos, lo que seguramente cambiará el ánimo de alguien que vaya al territorio y sepa que, más allá que tenga el registro de comunidad por parte del Estado, tiene la preexistencia.
La hermana Qom Gabina Ocampo sostuvo que a través del patrimonio se construye y deconstruye políticamente la historia de los Pueblos Indígenas y, considerando que el patrimonio arqueológico de los Pueblos Originarios ha sido apropiado por el Estado y la ciencia, propuso que debemos desandar el camino de la colonización que ha habido sobre los Pueblos, tanto en términos materiales como simbólicos. Gabina sostuvo que el reconocimiento que últimamente hace parte de la arqueología sobre el derecho que tienen los Pueblos Originarios sobre su patrimonio no debe ser meramente declarativo, sino que se debería traducir en la incorporación real de la pluralidad en la ciencia. Destacó que los Pueblos Originarios trabajan afanosamente por descolonizar al Estado y sus instituciones, incluidas las académicas-científicas.
En su presentación, la hermana Sandra Giménez del Pueblo Charrúa debatió sobre la relación entre la arqueología y los Pueblos Originarios, explicando que es importante revisar el rol de los arqueólogos quienes, por muchos casos, han intentado reproducir, a través de diferentes mecanismos y en distintas esferas, su autoridad como los únicos con capacidad profesional y técnica para estudiar nuestros lugares sagrados, restaurarlos o asesorar sobre su potencialidad para el desarrollo turístico. Enfatizó que resulta necesario establecer diálogos y trabajo colectivo entre científicos y Pueblos Originarios que generen producción de conocimiento en conjunto sobre el pasado y la historia indígena, respetando los derechos y vínculos que los Pueblos Indígenas tienen con su herencia cultural y material, y los saberes que han generado históricamente acerca de los mismos.
Miguel Gil también abundó en su presentación sobre la conexión histórica que los Pueblos Indígenas han establecido con su herencia cultural y las tensiones que han mantenido con la ciencia. Reclamó que para poder conocer realmente lo que es un Pueblo Originario se debe entender su cosmología, y esto sólo se puede hacer desde el territorio. Señaló que para poder comprender una cosmovisión diferente hay que vivirla. En este sentido, la autoridad Huarpe explicó que muchos elementos de la vida tienen una concepción diferente en los Pueblos Originarios. Por ejemplo, señaló que el idioma no es solamente para comunicar sino que también es sanación, es comida. Lo sagrado no es solamente un enterratorio, sino también una planta, un animal, una piedra, el barro o el río. Miguel Gil enfatizó que “lo que para nosotros significa un árbol, un animal, no es lo mismo que lo que significa para el Otro blanco y occidental”. Por eso, una disciplina que busca entender a los Pueblos Originarios o su patrimonio material debe introducirse en el territorio para comprender la cosmovisión.
Asimismo, en su presentación Miguel Gil reclamó la devolución de nuestro patrimonio, apropiado hoy día por el Estado y por la ciencia. Señaló que los Pueblos Originarios hemos estado expuestos a esto de vivir estudiados y de que otros (“expertos”, ólogos) hablen por nosotros. “Hoy la situación es otra”, destacó, “hoy hemos decidido tomar la palabra en primera persona. Defender nosotros nuestros derechos. Queremos la devolución de lo nuestro. No queremos que nuestros ancestros sean objetos de estudio”. De manera similar, el delegado de la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita de Salta, Carlos Flores, remarcó que al mismo tiempo que se desarrollaba este simposio sobre arqueología y Pueblos Originarios tenían lugar otros simposios en otras aulas donde se hablaba de nosotros pero como objetos, no con nosotros presentes, alternando las posturas, las voces y buscando el diálogo. Esto demuestra que la arqueología aún tiene un largo camino que recorrer en su relación con los Pueblos Indígenas.
Mercedes Velárdez, del Pueblo Tolombón, también se refirió al tema del patrimonio. Explicó que la palabra patrimonio no tiene que ver con nuestra cultura o con nuestra cosmovisión. Lo que el Estado llama patrimonio, esos bienes culturales y naturales, no son cosas separadas sino que forman un solo elemento que tiene que ver con nuestra cultura y la proyección de nuestra cultura a través de las generaciones. Explicó que el problema es cuando se extraen elementos de ese patrimonio y se sacan del territorio, ya que esto impide desarrollar nuestra identidad territorial y nuestra cultura. Mercedes enfatizó que “hay estudiosos que entran a nuestros territorios, excavan, nos llevan lo que se encuentra ahí, que para nosotros es sagrado. Se han llevado restos mortales que están en museos. Todavía hoy en día estamos reclamando esos ancestros para que vuelvan a nuestro territorio. Esto tiene que ver con nuestra espiritualidad. Nosotros debemos resguardar nuestra cultura para los que vengan”.
En su presentación, Miguel Casimiro desarrolló el marco de derecho indígena y remarcó la necesidad de que las investigaciones científicas desarrollen la Consulta y Participación. Resaltó que los Pueblos deben ser consultados cuando se tomen medidas dentro de su territorio o que afecten sus derechos colectivos y sus formas de vida. Esta consulta debe ser previa. Es decir, no es válida cuando el proyecto está ya en funcionamiento, tal como sucedió con el Proyecto Qhapac Ñan. Además, debe ser una consulta proveyendo información adecuada y con un lenguaje claro para la gente. La autoridad del Pueblo Tastil, Lucio Zerpa, narró en detalle los conflictos que dicho Pueblo mantiene con el Proyecto Qhapac Ñan y la falta de consulta con que se desarrolló el proyecto.
También la exposición de Mercedes Velárdez refirió al tema de la Consulta diciendo que “el turismo ha avanzado demasiado y los estados provinciales han comenzado a tomar nuestro patrimonio como mercancía". Además, enfatizó que los trabajos de investigación realizados sin Consulta están violando nuestros derechos. Tanto Mercedes Velárdez como Lucio Zerpa explicaron que la consulta se hace a la institución y autoridades correspondientes y no a un individuo o familia suelta.
En el cierre del simposio, realizaron presentaciones Nancy Chocobar del Pueblo Chuschagasta y Carlos Losa y Martha Ceballos del Pueblo Comechingón de Córdoba. Nancy Chocobar habló sobre las situaciones de conflicto que se siguen viviendo en los territorios indígenas. Se refirió puntualmente al asesinato de Javier Chocobar en el año 2009 por parte del terrateniente Darío Amín, y al proyecto de creación de un sitio de memoria en el territorio desarrollado durante el año 2015. A través de este proyecto se instalaron una serie de mojones que a modo de monolitos fueron marcando el territorio y retomando aspectos ancestrales de la cultura y cosmovisión del Pueblo Chuschagasta. Su presentación demostró que lejos de ser cosas inertes en el presente, lo que la arqueología denomina sitios y objetos arqueológicos son elementos activos e importantes en las dinámicas de los Pueblos Indígenas. Por su parte, los referentes del Pueblo Comechingón explicaron cómo es la situación actual de los Pueblos Originarios en Córdoba, el reciente reconocimiento que han recibido por parte del estado provincial y la nueva ley provincial de restitución de restos humanos indígenas.
El simposio se vio enriquecido con la participación de arqueólogos, quienes se refirieron al trabajo conjunto e intercultural, y basado en el derecho a la Consulta y Participación, que vienen realizando con distintos Pueblos y comunidades originarias. Este fue el caso de la presentación de Bárbara Carboni y Facundo Petit de Murat, quienes realizaron una crítica reflexiva sobre el papel del investigador en el campo; la presentación de Claudia Amuedo, quién valorizó la importancia de los saberes ancestrales, el trabajo conjunto y la combinación intercultural de conocimientos; la ponencia de Rudecindo Chocobar, Gonzalo Moyano y Francisco Franco, quienes debatieron sobre el desarrollo socio-político de las últimas décadas de la Comunidad Indígena del Pueblo Diaguita de Anfama; la ponencia de los investigadores chilenos Mauricio Uribe, Francisca Urrutia y Fernanda Kalazich debatiendo sobre la relación que mantiene una comunidad Aymara del norte de Chile con su patrimonio cultural y el trabajo colaborativo e intercultural que realizaron entre arqueólogos y comunidad; y el trabajo de María José Figuerero Torres y Guillermo Mengoni Goñalons, quienes expusieron el trabajo de coordinación y edición de un libro sobre el pasado e historia de los Pueblos Tehuelche, Mapuche y Mapuche-Tehuelche de la provincia de Santa Cruz, donde la voz indígena es puesta en primera persona y en primer plano. Asimismo, Félix Acuto (miembro del equipo técnico intercultural del ENOTPO y co-organizador del simposio) realizó la apertura de la jornada efectuando una evaluación crítica de la relación entre arqueología y Pueblos Originarios y proponiendo lineamientos para la relación intercultural y el trabajo conjunto.
Además de los expositores, participaron del simposio un número importante de estudiantes y profesionales de la arqueología, quienes contribuyeron con los debates y enriquecieron la jornada con sus preguntas y opiniones. Sin embargo, y si tenemos en cuenta que participaron del congreso más de 1000 personas y se realizaron en el mismo casi 60 simposios, en la mayoría de los cuales se habló y debatió sobre el patrimonio indígena, podemos afirmar que es aún reducido el número de arqueólogos que busca articular con los Pueblos Originarios. La voz de los Pueblos Originarios es minoritaria en estos congresos donde se debate sobre temas que nos conciernen política, cultural y jurídicamente. Fue especialmente llamativa la ausencia en el simposio Pueblos Originarios y Arqueología. Redefiniendo la relación intercultural y la producción del conocimiento arqueológico de arqueólogos que en lo discursivo reivindican la descolonización de la arqueología y enfatizan sobre la multivocalidad y la interculturalidad, así como también de directores de instituciones que tienen reclamos de restitución aún no concretados, tal como el Museo Etnográfico de la Universidad de Buenos Aires, quienes no se acercaron al simposio a pesar de haber sido invitados a debatir estos temas.
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