Corrientes: Audiencia pública de la Comisión Bicameral para la Reforma, Actualización y Unificación de los Código Civil y Comercial de la Nación
Moderador.- Invitamos a hacer uso de la palabra a la señora Chilcano.
- La señora Chilcano se expresa en lenguaje nativo.
Sra. Chilcano.- Soy mujer mocoví. Nuevamente quiero agradecer todo el esfuerzo hecho a los miembros de la Comisión Bicameral porque sabemos que estamos desandando, desaprendiendo para aprender juntos, y no es fácil caminar acá por lo extenso del territorio argentino.
- La señora Chilcano se expresa en lenguaje nativo.
Sra. Chilcano.- Voy a hablar de la preexistencia étnica y cultural.
Mi nombre es Clara Chilcano, macoy de Santa Fe, perteneciente a la Organización Provincial Aborigen Santafesina Ocastafe. Estoy en rebeldía con la simbología del escudo provincial de la provincia de Santa Fe dado que todavía tiene esa figura fotográfica, con su manera de interpretar las flechas en señal de sometimiento de los pueblos indígenas, del Estado que hoy es Santa Fe, de nuestro antiguo territorio Gualamba, preexistente a los Estados. Las flechas dibujadas en el escudo de la provincia de Santa Fe están hacia abajo, aludiendo a nuestros mayores, que también han colaborado y regado el suelo de sangre, no únicamente por el genocidio sino también el etnocidio y el ecocidio, en todas las maneras de muerte, por la construcción de este Estado muy joven. Los pueblos indígenas también hemos construido la defensa territorial de lo que hoy son las provincias que integran el Estado argentino.
Desde allí voy a hablar de 1492 como pueblo milenario preexistente a la constitución de estos Estados, pero también me voy a referir a los años 2011 y 2012, cuando se empezaron a reivindicar en el Estado de Argentina las primeras lecturas en lenguas quechua de nuestros pueblos indígenas de Latinoamérica.
Me voy a ir a 1853, con la primera Constitución Nacional, donde no había miras de la igualdad ni de la calidad del ser humano como integrante de pueblos indígenas preexistentes al Estado, estando categorizado por debajo de los animales, sin alma. Había que bautizarse desde la aculturización forzada con el culto católico para poder ser parte de un Estado y de la humanidad.
En 1994, a través de un largo proceso y un reconocimiento no únicamente de la resistencia indígena sino también de muchos hermanos que han luchado por las reivindicaciones de hechos históricos sobre la preexistencia cultural de los pueblos indígenas, nuestros mayores han dejado el camino de lo que hoy se llama interculturalidad, el ejercicio de que hoy estemos juntos hablando en moqoyt la?qa:tka y en castellano, es decir, en idioma mocoví y en castellano.
Sobre la base de todo esto venimos a decirles que es visible todo lo que se ha logrado, desde declaraciones de la ONU sobre los derechos humanos de los pueblos indígenas hasta la adjudicación de derechos que el Estado argentino reconoce en relación con el Convenio Nº 169 de la OIT.
Desde la reforma de la Constitución de 1994, mediante el inciso 17 del artículo 75 se reconoce la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas de la Argentina.
Hoy, nosotros reafirmamos la preexistencia étnica. Desde 1492 a 2012 estamos viendo un camino gracias a la lucha y la resistencia indígena, y a algunos legisladores que han abierto su mentalidad a la coherencia y la lógica de todo aquello por lo que uno viene trabajando. Ellos van despertando.
Las necesidades de las que hablamos, en defensa de nuestros territorios y recursos naturales, como preexistentes, no son solo nuestras sino también, del Estado argentino.
Venimos analizando todo esto en nuestras comunidades de base, en nuestros territorios. Hoy, los pueblos indígenas, sinceramente, queremos estar dentro de la reforma del Código Civil nacional, para que no nos suceda lo que ya ocurrió con nuestros antepasados, nuestros mayores. Ellos nunca fueron tenidos en cuenta, y el Estado no brindó las garantías necesarias para que nuestras poblaciones pudieran desenvolverse dentro de una identidad cultural.
Reafirmamos lo dicho por todos los hermanos que hablaron antes que yo. Estamos capacitados para acompañar y que nos acompañen en una lógica y coherencia, a fin de salvaguardar nuestros intereses en común, nuestro territorio, nuestra supervivencia como seres humanos, y poder decir, como Estado argentino, que vamos caminando para construir en este ejercicio de interculturalidad algo que es nuevo y a lo que no debemos tener miedo.
Como pueblos indígenas hemos preexistido más de quinientos veinte años, y en el presente estamos ante un desafío muy grande de construcción, que tiene que encontrarnos hermanados para asegurar el territorio y el buen vivir de nuestras próximas generaciones. (Aplausos.)
"Sabemos que el territorio de Corrientes pertenece ancestralmente a los pueblos guaraníes, que existieron y siguen existiendo. Nuestros ancestros nos están diciendo que sí existen nuestros hermanos guaraníes en el territorio correntino."
"En relación con el artículo 63, sobre reglas concernientes al prenombre, en el apartado c) se introduce el derecho a inscribir “nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas”.
En nuestro país se hablan más de dieciséis idiomas, y en muchos territorios predomina el idioma originario por sobre el español."
Moderador.- Tiene la palabra la señora Ofelia Morales.
Sra. Morales.- Tengo el orgullo de saludar a la comisión bicameral que lleva a cabo este proceso histórico y a toda la sociedad de Corrientes. Venimos acompañando el proceso de la unificación de estos códigos, en este país llamado “Argentina”.
Voy a señalar la posición de la organización territorial Ocastafe, que también integra el ENOTPO a nivel nacional. Lo que voy a decir será reiterativo para aquellos presentes que me han escuchado en otra oportunidad en la provincia del Neuquén.
Sabemos que el territorio de Corrientes pertenece ancestralmente a los pueblos guaraníes, que existieron y siguen existiendo. Nuestros ancestros nos están diciendo que sí existen nuestros hermanos guaraníes en el territorio correntino.
Entonces, cabe estar aquí; y nuestra presencia nos lleva a solicitar a la sociedad correntina en general, y a los responsables de este proceso histórico, que son nuestros diputados y senadores nacionales, que nos escuchen.
En relación con el artículo 63, sobre reglas concernientes al prenombre, en el apartado c) se introduce el derecho a inscribir “nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas”.
En nuestro país se hablan más de dieciséis idiomas, y en muchos territorios predomina el idioma originario por sobre el español.
- La señora Morales se expresa en lenguaje nativo.
Sra. Morales.- Éste es un idioma ancestral y milenario que sigue estando por sobre el español. Cada cultura, cada nación preexistente tiene su idioma. Entonces, tratemos de incluir en esta reforma esos derechos específicos en relación con nuestro país, en el que nos pusieron nombres españoles.
Yo llevo el nombre Ofelia Morales. “Ofelia” no es de origen qom, y tampoco lo es “Morales”. Éste apellido fue traído desde España. Mi número de documento de identidad es 13.872.656. Hay otros Morales indígenas en Latinoamérica. En especial, nombro a mi hermano Evo Morales, en Bolivia, que preside esa Nación. Así mismo, existen Morales en otros pueblos. El hermano Morales es aimara. También hay Morales mapuches, quechuas, huarpes, pilagás.
Ancestralmente, nuestros pueblos tenían sus propios nombres. Para mi nación Qom, soy “Neraqpe”; para mi Argentina, soy “Ofelia Beatriz Morales”.
Es necesario que se incluyan nuestros derechos y que a la par acompañemos nuestras costumbres, nuestros idiomas, desde la interculturalidad. También debemos tratar de basar nuestra persona humana en nuestro continente. A veces, miramos la antigua Europa, que tiene sus propias culturas originarias. Sus rasgos faciales son distintos a los nuestros. Somos americanos; nacimos, crecimos y vivimos aquí. Nuestros rasgos faciales son distintos a los de ellos; tenemos color de ojos negro, tez morena, pelo lacio. Somos diferentes a la Europa y a los continentes africano y asiático.
Éste es nuestro continente, América, y también podemos definir nuestra política, junto con las autoridades a las que votamos en las elecciones y ponemos en sus asientos para que trabajen en pos del destino del país. Desde su lugar, deben tratar de unificar y ordenar el estilo de vida.
Yo me considero argentina, pero mi nación Qom se dividió en cinco Estados americanos. Repito que estamos parte en Paraguay, parte en Bolivia, parte en Ecuador, parte en Perú y Brasil. La nación qom es grande, ha vivido durante miles de años en el gran Chaco sudamericano. Tenemos historia, tenemos procesos organizativos, tenemos mucho que decir si nos entienden y si no nos discriminan.
Esta vez la Argentina está pasando este proceso tan importante para cada uno de los argentinos, de los hermanos que nacen, crecen y habitan en este suelo. Es un proceso muy importante para las comunidades indígenas.
Nos han denominado aborígenes, paisanos, indígenas, indios, autóctonos, nativos, sin especificar las naciones preexistentes. Gracias a la reforma de la Constitución de 1994 nos reconocen como naciones preexistentes.
No quiero perder más tiempo, quisiera ver la reforma concreta en la responsabilidad de nuestras queridas autoridades: los señores diputados y senadores que están aquí con nosotros y que están haciendo este gran “aguante” según los muchachos actuales, porque hacen de esta reforma un proceso muy importante para todos nosotros, los argentinos. (Aplausos.)
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